Neury Antonio Martinez

Nací en el año 1984 en la ciudad de Santo Domingo, República Dominicana. Desde pequeño me interesé por saber cómo funcionaban las cosas: los juguetes, los aparatos electrónicos, los autos, incluso el universo. Siempre me interesó conocer el funcionamiento y la razón de ser de las cosas. También, las matemáticas siempre me atrajeron; de hecho, esta asignatura era la motivación para asistir a la escuela.

Formación:

Con la creación del Instituto Tecnológico De Las Américas (ITLA), tuve la gran oportunidad de estudiar informática y luego tuve el gran privilegio de trabajar allí desde el año 2003 hasta el 2012. Estudié informática mención redes, después CCNA y luego A+ que tiene que ver con reparación de computadoras, esto me dio la oportunidad de ser elegible para formar parte del equipo de soporte técnico de la institución.

Escritor:

Cuando era niño, intentaba improvisar sobre las canciones populares que escuchaba en aquellos tiempos. Trataba de crear rimas y versos sin saber siquiera qué significaban estos términos. Crecí justo al lado de una iglesia Adventista Del Séptimo Día, "Isabelita Primera". Lo que dividía la casa de mi abuela de la iglesia era un pequeño espacio de no más de un metro y medio que mi abuela había dejado al construir.

Entre los 11 y los 12 años, ingresé al Club de Conquistadores de la iglesia y, a los 13 años, un 14 de diciembre de 1997, me bauticé. Por esos años, había formado un grupo de poesía correada en la iglesia. Yo, por vivir tan cerca, podía ver todos los ensayos del grupo. Realmente eran buenos, tan buenos que hoy en 2023 no reconozco otro grupo como ese. Esa generación de jóvenes tenía mucho talento y una fuerza increíble. Así fue como descubrí mi talento, mirando cómo ellos lo hacían, aprendí mucho, también escuchando a otros intérpretes de este género literario. Luego me mudé para La Caleta y allí formé un cuarteto de poesía correada que nos hacíamos llamar "Luz y Esperanza". Éramos muy buenos, hay que reconocerlo; cada uno de los jóvenes aportaba al grupo lo necesario para que este interpretara de manera ejemplar cada uno de los poemas.

Así que empecé a escribir poemas que recitaba como solista y también los adaptaba para el grupo de poesía. Y de esa manera fui desarrollando mi talento como poeta.